Leche A2 y la intolerancia a la lactosa.
La leche bovina es una buena fuente de proteínas, que contiene 1 gramo de proteína por cada onza. Las proteínas primarias en la leche son la caseína (80% de la proteína total) y el suero de leche.
Existen diferentes tipos de caseína, siendo una de las tres principales la beta-caseína. A1 y A2 son dos variantes. Dependiendo de la composición genética del animal, ésta puede producir beta-caseína A1 por sí sola, beta-caseína A1 y A2, o beta-caseína A2 únicamente. Frecuentemente, a menos que se indique lo contrario, tanto A1 como A2 se expresan en la leche tradicional de bovino que se encuentra en los anaqueles de los supermercados.
Las dos proteínas son casi idénticas, y si bien no existe una investigación científica sólida sobre el tema, existen evidencias anecdóticas que sugieren que la leche que contiene solo betacaseína A2 es más fácil de digerir. Cuando la proteína tipo A1 se digiere en el intestino delgado, produce beta-casomorfina-7 (BCM-7), un péptido que se ha relacionado con molestias estomacales y síntomas similares a los experimentados por las personas con intolerancia a la lactosa.
Experimentar malestar estomacal (síntomas como gases, hinchazón y diarrea) después de consumir productos lácteos normalmente se atribuye a la intolerancia a la lactosa. Sin embargo, algunos investigadores ahora creen que lo que podría estar produciendo estos síntomas en algunas personas puede ser la BCM-7, y no la lactosa.