Historia

La Historia del búfalo de agua  en nuestro país no es nueva, este  animal llegó en el año 1974, gracias a una importación que hizo JAPDEVA, con el objetivo de incorporar una nueva alternativa de producción animal para el Caribe Costarricense.En esa ocasión, se importó un hato compuesto por 18 hembras y 2 machos de la raza Bufalipso, que es reconocida recientemente (desde 1963), la cual se formó en las islas de Trinidad y Tobago a partir del cruce indiscriminado de las razas Murrah, Jafarabadi, Nagpuri, Surti y Nili-Ravi. El doctor Steven Bennett, creador de esta raza, buscó que los animales fueran bayos o amarillos para diferenciarlos, aunque el color de su piel es variable (negro, amarillento), pero esta característica aún no se ha fijado (Bourne 1988).Estos animales se mantuvieron por varios años en la Finca Blanco, Limón, como animales exóticos. Sin embargo, ocho años después, por intereses institucionales, JAPDEVA decide hacer una distribución de los 225 animales que formaban el hato.Los animales fueron enviados a diferentes instituciones, ubicadas en Bananito, Limón centro, La Bomba, Siquirres, Guápiles, Pococí, Puerto Viejo y Río Frío de Sarapiquí, Santa Clara y Muelle de San Carlos, Upala, Tres Ríos, y Palmar Sur, con el fin de fomentar esta actividad en el país. Lo anterior, con el agravante que las personas e instituciones que los recibieron, por desconocimiento, los trató como si fueran vacunos, generando problemas con el manejo de los animales. Actualmente se encuentran búfalos de agua en todo el territorio nacional, en su mayoría, con poca orientación en su producción. Sin embargo, son pocos los productores que tienen claro el potencial que ofrece este animal para su explotación, así, se encuentra al búfalo como animal para producción de leche, para carga y algunos terminan en el matadero. (ROSALES Y WINGCHING, 2007)Tomado del artículo del Msc. Rodrigo Rosales Rodríguez, de la Escuela de Zootecnia, UCR